martes, 21 de junio de 2016

La Autoestima

 

 

INTRODUCCIÓN



Uno de los factores que más problemas generan en las organizaciones y en general en toda nuestra sociedad es el factor humano, es por ello que surge en nosotros la idea de investigar sobre la Autoestima y las Relaciones Interpersonales ya que consideramos estos temas como puntos decisivos que determinan el comportamiento de cada individuo. 

Una de las mayores dificultades en la vida del ser humano es conocerse a sí mismo y poder desenvolverse con seguridad en todo lo que realiza, actitudes que se ven reflejadas al momento de relacionarse en la sociedad y sobre todo en el rol que desempeñan en el ámbito laboral. Se dice que una empresa es mucho más exitosa cuando sus trabajadores presentan una personalidad positiva.

Es fundamental propiciar una sana aceptación de si mismo y de las circunstancias que te rodean y desarrollar ciertas habilidades que te resultarán fortalecedoras en este proceso.
Es por eso que en el presente trabajo trataremos de explicar cómo es una persona con buena autoestima y como influye esto en el desarrollo competitivo en la organización, ya que en los últimos tiempos han ocurrido cambios que están obligando a que la sociedad valore más la productividad y competitividad de los individuos dentro de las organizaciones.
Es también por ello que se aprovecha esta situación para informar a nuestros compañeros, que en un futuro no muy lejano desempeñaran sus labores en alguna organización, sobre los aspectos que debemos considerar para nuestra formación correcta del amor propio, aunque estos procesos se debieron tratar antes, nunca es tarde para corregirnos.

¿Qué es la Autoestima?
Para entender la autoestima, nos ayudará el descomponer el término en dos palabras. Veamos, en primer lugar, la palabra estima. Estima es una palabra extravagante que expresa que alguien o algo son importantes o que se da valor a esa persona o cosa. Por ejemplo, si realmente admiras al papá de tu amigo porque ofrece sus servicios como voluntario en el cuerpo de bomberos, significa que lo tienes en gran estima. Y el trofeo especial para el mejor jugador de un equipo se denomina, por lo general, “estimado trofeo”. Eso significa que el trofeo representa un logro importante.
Y auto significa, bueno... ¡tú mismo! Así que une ambas palabras y será más fácil entender qué es la autoestima. Se refiere a cuánto te valoras a ti mismo y lo importante que te consideras. Hace referencia a cómo te ves a ti mismo y cómo te sientes por tus logros. La autoestima no significa alardear de lo maravilloso que eres sino, más bien, saber discretamente que vales mucho (de hecho, ¡que no tienes precio!). No se trata de pensar que eres perfecto; porque nadie lo es; sino de saber que eres digno de ser amado y aceptado.
En Psicología, la autoestima, también denominada sinamatogria del latin simato amor propio o auto apreciación, es la percepción emocional profunda que las personas tienen de sí mismas. Puede expresarse como el amor hacia uno mismo.

Escalera de Autoestima
Podemos ver a través de un esquema en la escalera los conceptos vinculados a la Autoestima.




  • Autoconocimiento: Me permite ser consciente de mis virtudes, defectos y sobretodo posibilidades para seguir desarrollándome. Me doy cuenta de que tengo habilidades, destrezas y capacidades, pero sobretodo me defino como persona. “Cuando aprendemos a conocernos en verdad vivimos”.
  • Autoconcepto: Es una serie de creencias acerca de sí mismo. Se manifiestan en la conducta. Si alguien se cree tonto, actuará como tonto, si se cree inteligente o apto, actuará como tal. “Dale a una persona una imagen pobre y terminara siendo esclavo”.
  • Autoevaluación: Capacidad interna para considerar si algo me beneficia, esto es, me ayuda a crecer o por el contrario, constituye algo negativo, esto es, algo que entorpece mi desarrollo como persona. “El sentirse devaluado e indeseable es en la mayoría de los casos las bases de los problemas humanos”.
  • Autoaceptación: Admito en mí todas mis características, sin realizar comparaciones con los demás, o queriendo copiar modelos porque experimento insatisfacción frente a mí. “La actitud del individuo hacia sí mismo y el aprecio por su valor juegan un papel de primer orden en el proceso creador”.
  • Autorrespeto: Estar atento a mis necesidades y buscar la manera de cubrirlas de manera oportuna y sin dañar a los demás. “La autoestima es un silencioso respeto por uno mismo”.
  • Autoestima: La autoestima es la síntesis de todos los pasos anteriores. Si una persona se conoce y está consciente de sus cambios, crea su propia escala de valores y desarrolla sus capacidades, y si se acepta y respeta, tendrá autoestima. “Sólo podemos amar cuando nos hemos amado a nosotros mismos”.
Clases de Autoestima 
Autoestima positiva: No es competitiva ni comparativa. Esta constituida por dos importantes sentimientos: la capacidad (de que se es capaz) y el valor (de que se tiene cualidades). Esta actitud deriva en la confianza, el respeto y el aprecio que una persona pueda tener de si misma.



Autoestima relativa: oscila entre sentirse apta o no, valiosa o no, que acertó o no como persona. Tales incoherencias se pueden encontrar en personas, que a veces se sobrevaloran, revelando una autoestima confusa.

Autoestima baja: es un sentimiento de inferioridad y de incapacidad personal, de inseguridad, de dudas con respecto a uno mismo, también de culpa, por miedo a vivir con plenitud. Existe la sensación que todo no alcance, y es muy común que haya poco aprovechamiento de los estudios o del trabajo. Puede ir acompañado de inmadurez afectiva.  


LAS OCHO ETAPAS DEL DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA
Ericsson habla de ocho etapas por las que el ser humano pasa en el proceso de su vida. Las edades no son rígidas, pueden fluctuar; por ejemplo, la autonomía puede presentarse al año y medio o los tres años de vida.

Para el paso de una etapa a otra se vive una crisis; la crisis suele ir acompañada por angustia y ansiedad, ya que es dejar algo seguro, conocido, por algo incierto y desconocido.

1. La primera etapa es la de Confianza Básica frente a desconfianza (de 8 a 18 meses).
Aquí queda conformada la autoestima. Esta etapa es muy importante en el desarrollo de la persona, pues según sea ésta; así llevará la confianza, la fe, la aceptación de sí misma y hacia los demás, ya que el niño percibe que es importante y valioso para las personas. La satisfacción de obtener logros le dará la seguridad necesaria para "arriesgarse" a dar el siguiente paso. Entonces las crisis, depresiones y ansiedades serán contractivas y no destructivas. El niño en esta etapa está para recibir, no tiene la capacidad para dar.

2. En la segunda etapa Autonomía frente a vergüenza y duda (de 18 meses a 3 años).
Comienza a darse cuenta de que puede dar, empieza a tener autocontrol y fuerza de voluntad. Se atreve y no. Debe recordarse que hay que alentar lo positivo de cada etapa para que la autoestima se vaya enriqueciendo y afirmando. ejemplo de los padres es muy importante, pues es más fácil desarrollarse en un ambiente de flexibilidad que en uno de rigidez; en uno que ponga límites, que él tendrá que respetar y cumplir, pero también que provea el respeto a su persona.

3. Iniciativa frente a culpa (De los 3 a los 6 años).
En esta etapa el niño avanza rápidamente hacia nuevas conquistas en esperas sociales y espaciales. El se encuentra en este momento lleno de energía y de ganas de hacer, colocando en esta acción todo su ser, imaginación e interés. Pone a prueba sus poderes, sus conocimientos y sus cualidades potenciales, inicia nuevas formas de conducta cuyos límites trascienden los de su persona y en algunas oportunidades producen resultados inesperados y desagradables, generando culpabilidad. Esta polaridad de la iniciativa en oposición a la pasividad o la culpa por haber ido demasiado lejos, constituye el tema fundamental de esta etapa. Su curiosidad sexual y fantasías no deben ser coartadas, sino encauzadas. Si esta etapa se resuelve bien, pasa a la siguiente.

4. Laboriosidad frente a la inferioridad (De 6 a 12 años).
Aquí el individuo toma conciencia de la necesidad de destacarse, de hallar un lugar entre las personas de su misma edad; por lo tanto dirige sus energías hacia los problemas sociales que pueden dominar con éxito. Este es el periodo de latencia en el cual se invierte la energía libidinosa en desarrollar cualidades corporales, musculares y perspectivas, así como un creciente conocimiento del mundo que cada vez cobra mayor importancia. El niño evita constantemente el fracaso a cualquier precio.

5. Identidad frente a la difusión de roles (De 12 a 20 años).
Empezando con la pubertad, se llega a la adolescencia. Es la crisis en donde las etapas anteriores se cuestionan; se pone en juego la construcción de la "identidad". La persona se vuelve egoísta, solitaria, de carácter cambiante; la misma está feliz, que enojada, no sabe qué le pasa ni qué quiere. En esta etapa puede recuperar aclarar y fortalecer su autoestima. Darle confianza, comprensión, respeto y ayuda le facilitará esta difícil etapa.

6. Intimidad frente al aislamiento (De 20 a 35 años).
Una vez superadas las crisis de identidad de la adolescencia el ser humano está listo para participar de manera plena en la comunidad gozando de la vida, libertad y responsabilidad adulta. Es decir el joven debe ser capaz de estar cerca de otros sabiendo quien es y sin miedo a perderse en esa relación. Para ellos necesita dar un poco de sí auto abandonarse en las manos del otro, ceder un poco en sus preocupaciones y metas personales su trabajo o sus estudios, sus relaciones personales y sociales, especialmente con el sexo opuesto y en el matrimonio. Todo ello con la finalidad de alcanzar idealmente la intimidad.

7. Generatividad frente al estancamiento (De 35 a 60 años).
En esta etapa las personas son productivas creativas, consolidan y cuidan su familia, amigos y trabajo. Hay una total proyección del ser humano a relacionarse y ser productivo. En caso contrario las personas se encuentran estancadas, no aman, no son creativas ni productivas. Viven en el egoísmo, no se han encontrado a si mismas (etapas anteriores no superadas). Su autoestima es baja con todas sus consecuencias.

8. Integridad frente a la desesperación (60 años en adelante). 
La integridad se refiere a la habilidad para aceptar los hechos vividos, aceptar el morir sin temor. Constituye una habilidad para integrar un sentimiento de su historia pasada con sus circunstancias actuales y visualizar el futuro sin temor. Es el momento en la vida en que damos vuelta la mirada y nos evaluamos de manera retrospectiva: ¿vivimos? ¿Qué hicimos con nuestra vida? La persona que culmina exitosamente esta última etapa afrontando la muerte sin temor, posee la virtud que Erikson denominó sabiduría.


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https://www.youtube.com/watch?v=wZIhlY4HaBA 


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